A lo que él respondió algo así: “Yo no
estaría tan seguro, nadie sabe lo que va a pasar en el futuro, podría ser que
lejos de que la humanidad alcance un mayor nivelen cultura, ciencia, tecnología
y razón lleguemos a encallar en un nuevo obscurantismo o inclusive algo peor.”
Ha pasado el tiempo y mi ateísmo ha
venido madurando, y forzosamente
me he vuelto más crítico de él, a la vez
he tenido que poner también bajo
la lupa lo que hemos llamado “ateísmo militante”,
y ni que decir de las “organizaciones ateas”. Seriamente me cuestiono si existe
algún futuro para nuestras convicciones, hay al menos dos amenazas que deben
ser analizadas, por un lado está la intolerancia
de los grupos religiosos mayoritarios y
por el otro la desunión de los ateos como individuos. La mala educación de que
hemos sido víctimas la mayoría de los seres humanos nos ha inculcado ideas muy
mal fundadas, algunas veces como
herencia de erradas concepciones, otras como implantación con fines
manipuladores por parte de los que quieren mantenernos bajo sus preceptos.
Entre las muchos resultados terribles de
esta educación se da el prejuicio y
el odio irracional hacia los pocos que no
aceptan y/o adversan tales enseñanzas.
No arremeto contra la gente aquí sino contra
“lo que piensan”, y lo enmarco
entre comillas porque repetir como loras
lo que sus “amos” les enseñaron sin tan siquiera cuestionárselo no es pensar.
Así de este modo grandes masas, rebaños, de humanos dirán…
El ateísmo es el futuro de la humanidad,
así como el politeísmo ha venido disminuyendo, el monoteísmo sucumbirá ante la
lógica y la razón de que no existen divinidades ni cielo ni infierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
deja tu mensaje