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domingo, 23 de diciembre de 2012

Bienvenidos





No tengo mucha vida social.
Definirme como tipo solitario sería exagerado, pero me aproximo bastante al perfil. Para estar bien, necesito muchos momentos de soledad.

Pero este verano, acompañé a mi familia a la invitación de unos amigos.
Estábamos de pie, en el salón de su apartamento. Entre las piernas de los adultos pasaba la niña de la casa, de unos cinco o seis años, y a cada persona que le prestaba atención le contaba lo mismo: «soy un hada madrina». Iba disfrazada de ello. Con su varita mágica y todo.
Por supuesto, todos teníamos para ella unas palabras agradables, del tipo: «¡pero qué hada madrina tan guapa!

¡Qué grandísimo cretino hubiese sido aquel o aquella de entre nosotros que le hubiese dicho: «No, no eres un hada madrina, eres una niña jugando. Tu varita mágica no hace ningún efecto. Y la ropa es sólo un disfraz; nada más. Puedes pronunciar todas las palabras mágicas que quieras, pero no conseguirás nada. Eres tan sólo una niña. Además, las hadas madrinas no existen!»

¿Por qué les hablo de esa situación social corriente? Y, sobre todo, ¿por qué les cuento mi divagar sobre lo que alguien podría haberle dicho a la niña, ante el asombro de todos, algo que, afortunadamente, no sucedió?
Pues, porque algunos quieren hacernos creer que el silencio que se nos pide a los ateos es como ése que todos guardamos cuando una niña nos dice que es un hada madrina, o cuando un niño nos dice que es un coche, con los brazos agarrando un volante imaginario, brom, brom, brom... «¡Qué ganas de decirle a la gente que su dios no existe!, ¡Que cada uno crea lo que quiera! ¡Dejen en paz!». Son comentarios que he tenido que leer o escuchar al menos una decena de ocasiones, últimamente. Y se trataría de comentarios razonables, si en nuestros países el laicismo se respetara.
Si las creencias religiosas formaran parte de la esfera privada de cada uno, si esas creencias se quedaran en las reuniones des sus fieles, en sus iglesias, en sus congregaciones... yo estaría de acuerdo con ese comentario: ¡que cada uno crea lo que quiera!

Y si, ante una desgracia familiar, alguien me dice: «lo único que me tranquiliza es saber que mi marido, mi madre, mi hija... está con Dios», yo no seré tan desalmado como para contestarle a esa persona: «no, no eres un coche»; «no, no eres un hada madrina»; «no, tu dios no existe».
Los dioses juegan ese papel de servir de consuelo, de alivio para mucha gente... Y creo que así ha de seguir siendo... Que las personas puedan acudir a sus iglesias, a sus mezquitas, a sus sinagogas... en busca de sus consuelos.

Pero el asunto no es tan sencillo... Las hadas madrinas y los coches imaginarios no tienen ningún peligro. ¿Para qué decirles a esos niños la verdad? ¿Qué sacaríamos fastidiándoles sus juegos, bombardeando su maravillosa capacidad de imaginar?
Por el contrario, las creencias religiosas, ésas que constantemente se salen de la esfera privada para invadirnos a todos, sí tienen peligro. El  gran problema con las religiones es que acaparan espacios que van mucho más allá de los consuelos metafísicos...

El Islam no sólo ofrece alivio espiritual en las mezquitas, sino que los imanes pretenden imponer a las mujeres sumisiones que en Europa ha costado mucho superar. Las mujeres en Arabia Saudí no pueden conducir. Son varios los lugares del mundo dominados por integristas en los que las niñas tienen prohibido ir al colegio. Y no olvidemos que la gran aspiración de muchos musulmanes es extender sus dogmas por el mundo.

Los jerarcas del catolicismo escudan a violadores de niños. Sí, ya sé que queda menos ofensivo llamarlos pedófilos, pero, en este caso, no me apetece suavizar mi tono. Se trata de violadores. Y los protegen. Los envían a monasterios apartados, en un intento de que el mundo se olvide de ellos. Les castigan sin postre, pobrecitos pecadores. Les amparan, les libran de la cárcel, con el pueril argumento de que ya se las apañarán con Dios.
¡Muy útil, eso de compartir padre imaginario con gente poderosa! Y no me sirve que, para defender su institución, los católicos de buena fe me digan que se trata de casos excepcionales, que la mayoría de sacerdotes católicos no hacen esas barbaridades. No se trata de eso. Se trata de que los que lo hayan hecho, pocos o muchos, tengan que vérselas con un juez. Uno real.

Nuestros concejales, ministros, presidentes de gobierno, jueces, juran su cargo sobre la Biblia y ante un crucifijo. De acuerdo, comparado con los dos puntos anteriores, éste parece menos grave. Pero, muchas veces, ¡los simbolismos son tan importantes!
Señores creyentes, ¿qué pensarían si, a pesar de ser evidente para ustedes que los superhéroes son fruto de la imaginación humana, la mayoría de la población creyera en ellos y vieran jurar a sus dirigentes sobre un cómic y ante un frasco de criptonita?... «¿Estamos todos locos o qué sucede?», se dirían. ¡Que guarden sus creencias para sus reuniones privadas de admiradores, por favor!

En definitiva, ¿por qué no dejar que cada cual crea lo que quiera tranquilamente?
            Pues porque, de creencias irracionales sin aparente peligro, es de donde, por extensión, acaban naciendo los fanatismos insensatos.
            Y porque las instituciones religiosas tienden a crear y a querer imponer  sus propias reglas de juego, al margen de las reglas civiles.

Así que: sí, que cada cual crea lo que quiera... pero en su iglesia.
OK
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viernes, 30 de noviembre de 2012

EN PROBLEMAS

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“CIENCIA DE VISIÓN”


CONTRADICCIONES EN LA ACEPTACIÓN DE UN DIOS QUE POSEE “CIENCIA DE VISIÓN”, FRENTE AL LIBRE ALBEDRÍO

La teodicea (ciencia del ser supremo) dice que su dios, al no tener pasado ni futuro, es decir que vive en un eterno presente, no sólo conoce las cosas pasadas, sino también las futuras.Pero añade que, entonces las cosas, todas las cosas, deben hallarse contenidas en la propia esencia divina para que de este modo, conociéndose a si mismo, las conozca Esto lo dicen para contradecir a Aristóteles según cuya reflexión, conocer implicaría algún perfeccionamiento del sujeto cognoscente respecto de la cosa conocida. Esto por lógica restaría perfección a un dios absoluto que aún no lo conociera absolutamente todo. Por ese motivo, la teodicea (una mera pseudociencia para mí) sale al paso para explicar que, siendo el mundo la obra de ese dios, ya fue conocido de antemano en la intemporalidad, antes de haber sido creado, hasta el último detalle, en ese presente eterno del creador, y que por tanto ese hacedor, al conocer el mundo, se conoce a sí mismo y a la inversa, conociéndose a sí mismo ya conoce su creación sin añadir nada, ningún nuevo conocimiento a su inmutabilidad. Pero entonces, es necesario aceptar lo que dice la teología: que las cosas deben hallarse contenidas en la esencia divina, en Dios mismo para que conociéndose, las conozca”, y agrega que: “efectivamente están en El como en su causa efectiva” (Ángel González Álvarez: Tratado de metafísica-Teología natural; Madrid, Gredos, 1968, pág. 420), sin advertir que esto contradice lo señalado en otra parte que reza: “Dios no sólo es irrecepto e irreceptible, sino también irreceptivo, por cuanto nada puede recibir, por nada ser determinado o completado”. (Texto citado, pág. 351). Y sin embargo, la teología nos dice que “las cosas deben estar contenidas en Dios mismo, en su esencia para que conociéndose las conozca”, estas cosas son el mundo que antes no estaba y ahora se halla materializado, se añade a la esencia divina, está contenido en ella como novedad material con historia.
 Pregunto: ¿Alguien podrá desarrebujar esta madeja? Menos se la podrá desenmarañar si introducimos otro enredo que se origina al afirmar que el dios creador también conoce los futuros contingentes, es decir, aquello que puede o no suceder. Con respecto al conocimiento de las cosas pasadas y futuras, Ángel González Álvarez es categórico al decir: “Se concluye, pues, que Dios conoce todas las cosas que son, que fueron y que serán; todo lo que acontece, aconteció y acontecerá en el universo; todo lo que los seres hacen, han hecho y harán; todo lo que los hombres piensan, han pensado y pensarán, todo lo que quieren, han querido y querrán; todo lo que hubieran pensado, proyectado y hecho si hubiesen podido, es decir, si hubiesen estado en las innumerables circunstancias posibles”.(Obra citada: pág. 419). Todo se complica aún más, si incluimos en los futuros contingentes al libre albedrío. Dice al respecto el teólogo Grison: “Hay contingencia en la naturaleza: el sembrador puede conjeturar que el grano de trigo se convertirá en espiga; sin embargo, un obstáculo fortuito puede impedir la germinación. De este modo la contingencia aparece también en el libre albedrío: el acto libre no está determinado en modo alguno por las circunstancias que lo explican o los móviles que intervienen en él. En estos casos, conocer la causa, no es jamás conocer con certeza el efecto que de ella procederá. Pero Dios no conoce los efectos en sus causas, los ve como actuales, con una sola mirada que domina todos los tiempos”. (Michel Grison: Teología natural o teodicea, Barcelona, Herder, 1968, págs. 178 y 179).
 Ahora bien. Si este dios conocía desde siempre, aun antes de haber creado el mundo, todo el futuro hasta la infinitud; si sabía desde siempre que se iban a producir la primera y segunda guerras mundiales, el empleo de la energía nuclear con fines a la destrucción de poblaciones humanas y cada destino de cada uno de los millones y millones de seres humanos que existieron, existen y existirán en la Tierra, ¿para qué creó el mundo y la Humanidad entonces? Esto es lo mismo que si un desvelado artista del dibujo planeara en su mente durante la noche una historia completa desde el principio hasta el final, para luego, al día siguiente, dibujarla en papel en tiras sin omitir ni añadir detalle alguno de lo concebido in mente. Para un artista así, todos los personajes de su historieta poseen ya de antemano su destino señalado. Cada personaje cumpliría allí un papel redeterminado, ningún otro rol ni acción añadidos sobre la marcha de su obra. El artista ya conoce tanto el principio, como el desarrollo y el final por haber imaginado, pensado y repensado toda la trama. La obra tendrá entonces valor como trama, como historieta, sólo para los lectores a quienes ha sido destinada. Para el artista, la única novedad que se añade, es ver plasmada en el papel su obra concebida in mente. El desarrollo y el final carecen de interés para él porque ya lo conoce todo.
 Este es un caso semejante al del dios creador y poseedor de presciencia y previsión que cita la teología. Presciencia en cuanto puede conocer lo que todavía no existe, y previsión en cuanto conoce lo que sucederá. Pero hay una diferencia. Esta desemejanza se halla en que mientras el artista humano del ejemplo plasma su obra para alguien, la creación del artista divino en cambio carece de destinatario. Este dios por supuesto que no ha creado su mundo para algún espectador (¿quizás también divino?), puesto que se lo concibe como único. Ni para sí mismo, puesto que lo conoce todo al mínimo detalle. Tampoco para sus maltratadas criaturas, porque en lugar de espectadores son verdaderos actores y víctimas a la vez. Se trataría entonces de un artista solitario, sin público; un artífice que rumiaría su propia obra, lo cual no tiene sentido. Ahora surgen las preguntas: ¿cabe aquí el libre albedrío? ¿No sería todo una farsa pretender que un autor de una historieta como el descrito, o el dios de la teodicea que ya sabe de antemano y desde siempre qué va a suceder en el año 10.000, o en el 100.000 o en el 1.000.000… en la Tierra si aún existe esta, conceda libre albedrío a sus personajes? El “conocer” el mundo por parte de ese dios desde siempre, aún antes de ser creado; su presciencia, y luego el advenir y devenir de tal mundo destinado a cursar un rumbo prefijado al pie de la letra, sin desvío en absoluto de lo preconcebido, ¿no se iguala a un determinismo fatal según el cual todo, absolutamente todo deberá suceder indefectiblemente?
 En el terreno dogmático, cada individuo humano de todos los tiempos y lugares de la Tierra, ya estaría condenado o salvado de antemano, aún antes de aparecer en el escenario del mundo. ¡Desde siempre! Lo mismo un supuesto ser espiritual no humano destinado a la caída (ángel malo) y al arrastre tras de sí de muchos seres humanos aún no nacidos, según se cree. Si ese dios es inmutable y conoce el mundo conociéndose a sí mismo desde toda la eternidad, entonces también desde siempre debe conocer todos los errores y horrores de la Humanidad; todas las injusticias; todos los premios; todos los castigos… Y si ya lo conocía todo “in mente”, ¿para qué demonios materializó el mundo entonces? ¿Para qué los actores concebidos o pensados desde siempre, ahora de carne y hueso, neuronas y nervios, susceptibles al dolor moral y físico, que padecieran “en carne propia” a sabiendas, por parte de tal divinidad, de quiénes se iban a condenar y quiénes a salvar? ¿Es esto ético? Sabiendo que a los seres pensados desde siempre, a multitud de ellos, les esperaba un aciago destino de injusticia y tragedia, sufrimiento, dolor moral y físico, ¿para qué demonios los lanzó a la existencia materializada? El dibujante de historietas se salva en parte éticamente, porque sus personajes ficticios destinados a la tragedia y a padecer injusticias trasladados al papel, son de ficción y no sufren en la realidad. En cambio el dios de la teodicea no tiene perdón porque materializa a seres predestinados a sufrir en “carne propia”, y más vale decir que no se puede perdonar a ¡quien no existe! No puede existir, pues un ente así, sería más que misterioso e incomprensible, el colmo de la contradicción: Puro amor y bondad para sus criaturas pensadas desde la eternidad, y pura indiferencia luego ante sus sufrimientos sin límites una vez materializados.
 Pura justicia y verdad antes de la creación y pura apatía frente a las injusticias y los errores después de la creación que involucra precisamente a todas estas cosas.
 Pura perfección antes de aparecer el mundo pero conteniendo paradójicamente ya en sí el germen de la imperfección al pensar un mundo imperfecto, injusto, a ser plasmado en la realidad material alguna vez
 ¡Verdaderamente! En este tema relativo a la presciencia y previsión del dios de los teólogos y filósofos deístas o teístas, jamás podremos desenredar la madeja.
 El padre J. Marechal, que tanto hurgó en estos temas, confiesa modestamente: “En mi humilde opinión, el problema de la presciencia divina de los futuros contingentes – problema idéntico en el fondo al de la creación- rebasa los medios de que dispone nuestro entendimiento”. (Citado en J. Javaux: ¿Dios demostrable?, Barcelona, Editorial Herder, 1971, pág. 366).
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jueves, 22 de noviembre de 2012

Hay que tener fe..


Coincido con su apreciación de carga emocional. Considero que la clave para explicarla es la idealización que le atribuye deseabilidad. Se enaltece, incluso hasta súper sagrada. Viene en grados: cuanto más internalizada la supuesta deseabilidad de esa forma de proceder, más comprometidos con ello. Esto parece explicar adecuadamente el fuerte sesgo de confirmación, la gran carga emocional, sentido de identidad relacionado con su fe, etc... Corríjanme si me equivoco: considero que vuestra experiencia/opinión colectiva al respecto es muy valiosa. 

Las formas de proceder pertinentes a la fe se enaltecen como el ejemplo a seguir. Como consecuencia, influyen en áreas no religiosas. Para dar un solo ejemplo, considera el ubicuo dicho popular "HAY QUE TENER FE": en realidad es una prescripción de cómo proceder que la gente común termina aplicando a situaciones cotidianas (no religiosas)....

Podemos decir que, el conjunto de creencias, actitudes, ideología, pertinentes a la fe, forman una especie de trasfondo cultural influyente. Así como uno pasa por alto estar rodeado de aire, el trasfondo cultural de fe pasa generalmente desapercibido por los que se crían inmersos en él. 

Asimismo, los efectos largo-placistas, atribuibles al trasfondo cultural de fe, pueden ser insidiosos y acumulativos. Considero que estamos ampliamente justificados en investigarlo y evaluarlo libre y críticamente. Cómo primer paso, me he puesto a identificar y resumir las acepciones de la fe, a modo de breves definiciones operativas. Valoro vuestra opinión crítica al respecto.
carmen 
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domingo, 18 de noviembre de 2012

INQUISICIÓN


En Montmartre, al costado de la basílica del Sacré-Coeur en París, en una plazoleta más larga que ancha llamada Nadar, con cerco de ligustrina, dos filas de acacias y un portoncito verde, está –en un extremo, de espaldas a la calle– el monumento de bronce dedicado al chevalier de La Barre. En 1786, un muchacho picardo de diecinueve años llamado Jean François Lefebvre fue acusado de burlarse de una procesión (no arrodillándose ni persignándose ni sacándose el sombrero y cantando, para colmo, aires libertinos), torturado y decapitado y, junto con el Diccionario filosófico, arrojado a una hoguera (L’affaire du chevalier de La Barre, Voltaire). La tragedia de aquel joven podría haber sido española; la historia de su monumento sólo francesa.

El monumento dedicado al chevalier de La Barre tiene su historia. La estatua original se la encargó el Consejo Municipal de París al escultor Armand Bloch, amigo del escritor Emile Zola, y miles de manifestantes la inauguraron en 1905, en vísperas de un Congreso Internacional de Librepensadores y de la sanción de la ley que permitiría al Estado sacudirse la Iglesia, todas las iglesias de encima.

Importa, en este asunto, recordar que el Sacré-Coeur, que venía construyéndose con parsimonia desde 1873 (a fin de salvar a Francia, según decía la orden monárquica, del castigo de Dios a causa del espíritu revolucionario que había alentado en el mundo durante la Comuna, en 1871, en ese mismo barrio de Montmartre), se había terminado al cabo del siglo y los republicanos fantaseaban con transformarla en un templo a la Razón o, al menos, con ponerle delante una “ statue colossale à la liberté ”. Por un tiempo, en parte, lo consiguieron.

El monumento se puso al pie de la escalinata. Pero, porque “ofendía” a los peregrinos, en 1926 fue desplazado más abajo y colocado de perfil a la basílica, entre los árboles de la plazoleta Nadar. En 1941, bajo el gobierno de Vichy, la estatua fue desmontada y fundida –también muchas de Voltaire, Rousseau, Condorcet, Victor Hugo, Diderot, Marat, Gambetta, Fourier, Lavoisier, Maria Deraismes, entre otros, pero no de monarcas, vírgenes y santos– para surtir de bronce al ejército ocupante.

Y en 2001 apareció, sobre el pedestal vacío desde entonces, un chevalier sonriente con las manos en los bolsillos y el sombrero puesto, en una versión “primaveral” de aquella historia. Dos asociaciones en París (existe otra en el lugar de la tragedia, Abbeville, Picardía, a gusto con su propio monumento) llevan hoy el nombre del muchacho mortificado –le arrancaron la lengua y le cortaron la mano derecha– y asesinado hace dos siglos y medio: una aplaudió la estatua y otra en absoluto.

La Association Le Chevalier de La Barre fue la que, por suscripción, financió un monumento nuevo, que el ministro del Interior y el intendente del distrito XVIII inauguraron en septiembre de 2001 pidiendo de paso la unión de los dos grupos. Porque, por su parte, la Association Internationale du Chevalier de La Barre denunciaba desde hacía tiempo que esa estatua aludía de modo “divertido” y ahistórico a aquel episodio atroz, en vez de representar al caballero La Barre atado al palo de la hoguera y con el Dictionnaire philosophique de Voltaire a sus pies (como ocurrió y aparecía en la escultura de Armand Bloch, que había sido tan dreyfusista como Zola). Exigieron que los poderes públicos financiaran la reposición de esa pieza del patrimonio republicano perdida en la guerra, tal como fue en su origen, o lo más acorde posible con su sentido ideológico.

Pero la única “estatua” que divisé, una mañana lluviosa, al salir del funicular, fue la de un hombre corpulento con la cara y el cuello pintados de blanco, una sábana recortada y colgada como túnica, inmóvil y solo entre dos columbarios negros de madera. Los turistas y eventuales peregrinos no se desvían hasta acá: entran y salen de la basílica, dan vueltas por callecitas empinadas y se paran, algunos, a tomar vino caliente con canela y jengibre en unos kioscos rodantes de hojalata color bordó.

Con mochilas y vasitos de plástico humeantes de vino perfumado, una pareja muy joven viene bajando por la vereda que costea la plaza. Muy abrigados, empujan la puertita, se paran y leen, en voz alta: AU / CHEVALIER / DE LA BARRE / SUPLICIÉ A L´ÂGE DE 19 ANS / LE 1er. JUILLET 1786 / POUR N´AVOIR PAS SALUE / UNE / PROCESSION.

Tienen un par de años más que el homenajeado, son de Lyon, estudian ciencias políticas, han leído el librito de Voltaire, conocen incluso la existencia de las dos asociaciones en pugna. Son críticos con el estilo de la escultura pero, dice él, tampoco está mal que lo representado sea el desparpajo, el momento antes de la acometida del clero, los jueces y la monarquía: el momento de libertad mental en que quizá estaba cantando la Oda a Príapo de Piron, mientras pasaba la cruz. “Si uno sabe bien qué ocurrió, ok; si no, tienen razón los otros: es un objeto frívolo y posmoderno”, dice la chica.

Ignoro si esta escena mínima pero contenedora de una herencia republicana admirable podría haberme provocado la misma emoción en el caso de que hubiera arribado a la placita Nadar desde la Argentina (donde no vivo desde hace mucho), pero llegando de España el efecto es demoledor. Sobre todo ahora, a medida que en este Estado debilitado por la crisis el poder clerical –ajeno a las dolores de la hacienda pública– reconquista viejo territorio español y añade otros (televisión, radio, diarios, enseñanza, finanzas).

Pero, ¿no podría haberse presentido que, en los pliegues de la transición, el franquismo y su iglesia se mantendrían acoplados y fecundos, mecidos en un calorcito opaco y enviando a sus proles a las escuelas internacionales de economía, aquellas más virtuosas en la destrucción de lo público?

Fecundáronse y prosperaron a sus anchas y ahora mandan. En cambio, en la vereda de enfrente, el laicismo (y otras, no pocas trincheras) fue arrumbado con despreocupación, como si en vez de un derecho conquistado de modo bastante amargo fuera (la laicidad) un don natural imperdible, insignificante.
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viernes, 12 de octubre de 2012

Políticamente incorrecto


En Argentina, ser políticamente incorrecto, esto es, pensar distinto al modelo dominante o afirmar, difundir y publicar que los políticos, en particular los que ejercen funciones de gobierno, se preocupan por lograr su máximo bienestar particular, de sus amigos y parientes posponiendo u obviando el interés general -manda inderogable prescripta en el preámbulo de la Constitución Nacional- genera múltiples perjuicios que van desde no conseguir un trabajo, aunque sea -probadamente- el más idóneo para ejercerlo, hasta la restricción de derechos constitucionales como el de debido proceso legal.
La gente en ejercicio del derecho de legítima defensa -en un país que no se caracteriza por el coraje de su pueblo- se va alejando de quien luce como políticamente incorrecto, se lo estigmatiza como un “loquito”, en el trabajo es candidato de rigor al mobbing, es el dueño de cuanta cachetada ande deambulando por allí, se le inventan historias truculentas, es postergado en cada una de sus intenciones, injuriado sin piedad, la Justicia se olvida de él y sus reclamos, se lo margina socialmente hasta convertirlo en un paria, que a pesar de todo no dejará de presionar en la llagada de los amos, amigos y parientes.
El políticamente incorrecto no anda con vueltas, y así al funcionario que recibe dinero a cambio de mirar para otro lado lo llama corrupto consignando su nombre y apellido. Si aquel responsable de cuidados de bienes del Estado los roba, lo tilda ladrón y lo individualiza sin duda. Si el amo o sus afines violan groseramente los deberes a su cargo, lo denuncia públicamente como autor del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Si bien actuar en la forma descripta en el párrafo precedente es lo que manda la Constitución y las leyes y constituye un deber ciudadano inexcusable, quien así actúa es considerado un “buchón” y despreciado por “amigos” y enemigos. Ello sucede porque defender la libertad, la igualdad, el trabajo, el honor, la decencia y la honestidad ha dejado de ser valorable en nuestro país, ya que lo único que importa es “la lealtad”, utilizada en los hechos para justificar cualquier acción u omisión de los gobernantes, sin detenernos en detalles sin relevancia como la ética y la moral.
Así nos va, sin salud, sin trabajo, sin seguridad, sin justicia. Suficiente con un choripán cuando se dé la ocasión y unas monedas a título de subsidio para invertir en los casinos que inundaron nuestra desafortunada nación.
Por lo dicho, porque la gran mayoría del pueblo argentino es políticamente correcta, incapaz de gritar cuando el patrón le pisa los callos, ese silencio ante la injusticia, esa irresponsabilidad al tiempo de decidir, le resta del derecho a quejarse; pues, como dice un viejo principio jurídico, nadie puede invocar su propia torpeza cuando esa acción atolondrada fue causa y motivo de la desgracia que lo somete.
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martes, 11 de septiembre de 2012

MENCKEN


Mencken es ficción en esta excelente película sobre el tema.
Mencken (sarcástico)...MENCKEN actual. sostuvo que promover la superstición o las falsas medicinas “mejoraba la especie”, ya que “la humanidad se saca más rápido de encima los genes de ignorantes y débiles mentales”.
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domingo, 9 de septiembre de 2012

¿"Quién" escribió la Biblia?


Esta semana se celebró en distintos países el día de las Sagradas Escrituras. A casi tres milenios de su creación, siguen abiertos muchos interrogantes. ¿Por qué hay textos apócrifos?


“Al interior del cristianismo occidental hay mucha discusión acerca de qué es la Biblia y de cómo interpretarla. Hay tradiciones religiosas que dicen que es palabra de Dios y la toman literalmente. Otras, dentro de las cuales me ubico yo, dicen que es un testimonio de los seguidores de Jesús”, contó a Infobae América el pastor metodista Pablo Ferrer, profesor de Biblia en el Instituto Superior de Estudios Teológicos.

Es el libro más editado y vendido de todos los tiempos. Es también el más traducido: existen versiones en más de 2 mil lenguas. En 1452, Gutenberg, el inventor de la imprenta, inició su primera edición tipográfica.

Las Sagradas Escrituras suelen presentarse como una unidad, pero están compuestas por 72 libros, que fueron escritos entre el siglo IX antes de Cristo y el siglo I de nuestra era.


La composición del Antiguo Testamento

“La Biblia tiene dos grandes bloques. El Antiguo y el Nuevo Testamento. El Antiguo o Biblia Hebrea es la Escritura de la religiosidad judía. En el Nuevo Testamento está toda la tradición cristiana”, describió Ferrer.

Los cinco primeros libros de la Biblia forman la Torá, que está dentro del Antiguo Testamento. El Génesis, el Éxodo, el Levítico, el Números y el Deuteronomio.

“Eran atribuidos a Moisés, pero -dijo Ferrer- diversos estudios demostraron que sólo dentro de un mismo libro, como el Génesis, hay por lo menos cuatro tradiciones distintas”. Es decir, no pueden haber sido escritos por una misma persona y los que efectivamente pusieron el puño sobre el papel quedaron en el olvido.

“Por ejemplo, en una parte dice que Noé subió al arca una pareja de cada especie, pero dos renglones más abajo cambia y sostiene que subió una pareja de cada animal puro. Esto muestra que había distintas tradiciones contando el relato”, agregó.

Del mismo modo, el Génesis presenta dos versiones de la creación de la mujer. En una parte sostiene que Dios la extrajo de una costilla del hombre, pero en otra no menciona la costilla y dice hombre y mujer los creó.


Las firmas del Nuevo Testamento

“Esta segunda parte de la Biblia comienza con la transmisión de Cristo a los apóstolesy discípulos, y luego, de éstos a las primeras comunidades cristianas. Finalmente, algunos apóstoles y discípulos lo pusieron por escrito: Mateo, Marcos, Lucas, Juan, San Pablo, San Pedro, Santiago. En muchos casos, ellos mismos pusieron que eran los autores. Además hay distintos estilos y se sabe cuál corresponde a cada uno”, contó Raúl Petrinelli, teólogo de la Universidad del Salvador, Buenos Aires, en diálogo conInfobae América.

Sin embargo, para Ferrer tampoco en la parte cristiana pueden determinarse autores individuales para cada libro. “En el Nuevo Testamento los evangelios tienen los nombres de los profetas, pero fueron puestos en el siglo II y muy difícilmente hayan sido esos apóstoles quienes los escribieron. Son más bien memorias comunitarias”.

Por otro lado, al haber pasado tanto tiempo entre la muerte de Jesús y la conformación definitiva de la Biblia, y al haberse escritos tantos libros con sus enseñanzas, ¿cómo determinar qué es bíblico y qué no?

Forman parte del canon de la Biblia los textos que se consideran revelados, escritos por los que recibieron directamente la palabra de Jesús. “La revelación terminó con la muerte del último de los apóstoles, que fue Juan. Se dejaron afuera los simples escritos espirituales, que no eran de la época, sino del siglo II. Estos son los que algunos denominan evangelios apócrifos. No son malos. Simplemente no son revelados”, explicó Petrinelli.

Aunque tampoco en este punto parece haber acuerdo. “En los Siglos I y II hubo -dijo Ferrer- una gran diversidad de cánones. Había pueblos que reconocían hasta el Apocalipsis de Pedro, y otros que ni siquiera incluían el de Juan. Más tarde, el obispo Ireneo establece que la inspiración divina no puede ser un criterio para determinar si un texto es bíblico, porque eso era algo que todos postulaban. Propone tomar en cuenta si se usaban masivamente en las comunidades o sólo en pequeños grupos sectarios”.

Si bien no hay acuerdo sobre los motivos que determinan que un texto forme parte del canon y otro no, todo el cristianismo occidental reconoce la misma unidad de las Sagradas Escrituras.


¿Cómo entender lo que dice la Biblia?

“Hay grupos que la interpretan literalmente y sostienen que si el texto bíblico dice algo, eso es lo que hay que hacer. Otros pensamos que los textos hay que ponerlos en su contexto, evaluando qué cultura había en la época en la que fueron escritos”, explicó Ferrer.

“La Biblia es el testimonio de distintos movimientos. Está compuesta por muchos géneros literarios. Profecías, reportes de viajes, confesiones. Cada uno hay queinterpretarlo según su género. Pensar que se puede entender toda la Biblia de una sola forma nos ha traído problemas bastantes graves”, concluyó.

No es fácil analizar testimonios históricos cuando son una expresión de fe, como la Biblia. De eso dependerá en gran medida la decisión de creer o no en su autenticidad o en su carácter sagrado. Lo que sí se puede y habría que analizar, como sostiene Ferrer, son las consecuencias reales que tienen las distintas interpretaciones.

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viernes, 7 de septiembre de 2012

APOSTATAR

¿Sabías que la Iglesia Católica recibe subsidios estatales en función de la cantidad de personas que tiene en sus registros de bautismo? Si fuiste bautizado (sin que te consultaran!) y ahora no querés pertenecer más a la Iglesia, la solución es APOSTATAR. Es un trámite simple y gratis! Enterate acá y ayudanos a difundirlo!
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lunes, 23 de julio de 2012

ARGENTINA AVANZA



En el Parlamento de la ciudad Autónoma de Buenos Aires, los legisladores tratan el proyecto de ley para retirar los íconos religiosos de espacios públicos en la comisión de Asuntos Constitucionales, informaron a AIM. En ese marco, Fernando Lozada, integrante del Instituto Laico de Estudios Contemporáneos y de la Coalición Argentina por un Estado Laico,  explicó que “se habla mucho de libertad religiosa, pero no de igualdad, hace falta igualdad”.

En la comisión que se analiza el proyecto de ley de la diputada María José Lubertino relacionado con el retiro de símbolos religiosos del espacios públicos, Lozada indicó que se  reivindica “mucho la libertad religiosa”, pero no se habla de igualdad; “nos falta la igualdad”, según informaron a esta Agencia.

En ese marco, dijo que el espacio público “es el lugar de uso colectivo en donde ocurren las más diversas actividades, y que le pertenece a todo el pueblo y por eso el Estado debe legislar en beneficio de toda la sociedad y evitar que un sector o varios sectores se lo apropien poniendo su marca indeleble”.

Los símbolos “son elementos que transmiten, que tienen un leguaje. Estamos hablando de símbolos gráficos, de imágenes. La historia de la humanidad esta contada por símbolos: no hubo una revolución, un movimiento humano que no tuviera un símbolo que lo represente, desde banderas hasta la nobleza que tuvo sus símbolos, desde las clases bajas y altas, desde movimientos religiosos o movimientos de no creyentes, todos tuvieron símbolos. El símbolo es algo fuerte, algo pregnante, algo que transmite. ¿Por qué? Porque permite exteriorizar varias cosas: autoridad, pertenencias, cualidades, creencias, conceptos, valores, emociones, objetivos, metas, historias. Para algunos hasta es un fetiche. ¿Qué quiere decir esto? Que también le atribuyen propiedades mágicas”.

“Entonces, como vemos, por todos estos motivos el símbolo es pregnante, porque influencia y hasta en determinados lugares, por quién lo está exponiendo y a dónde lo está exponiendo, adoctrina. De lo contrario, no existiría el patrocinio; las grandes empresas no gastarían fortunas en colocar sus símbolos en espacios públicos. ¿Por qué gasta una empresa una fortuna para que su marca se imponga? Porque esto influye en la sociedad. Si no fuera así, no habría, por ejemplo, veda electoral. Al momento de decidir un voto, en la cercanía del lugar en donde se lleva a cabo el sufragio, se impide que hayan íconos o símbolos de un partido político, ya que eso influencia”, apuntó.

El símbolo no es algo inocente ni inocuo: “cuando el Estado entroniza símbolos, está dando un mensaje, está transmitiendo algo; no es algo indiferente, es un mensaje ideológico. Y el símbolo religioso se transforma en un ícono político”, indicó.

Con respecto a colocar los símbolos en el espacio público dijo, el ateo militante dijo que “no haría a un Estado más plural el hecho de que estén colocados todos los símbolos en el espacio público”.

La abundancia de íconos no haría al Estado más plural “sino a un Estado politeísta”, y agregó: “Creo que nos iríamos hacia ese lado. Los ateos, los agnósticos, los indiferentes y los que tienen sus religiones particulares, que no dependen de instituciones corporativizadas, ¿dónde quedarían representados en el espacio público? En ningún lado. Además, plantearía un problema de espacios, porque hay 3.500 cultos o más registrados, y todos tendrían derecho a colocar sus símbolos. En ese caso, tendríamos que alquilar un edificio especial para que todos pudieran colocarlos”.

Sobre tradición que tiene al catolicismo como religión oficial, recordó que la Revolución de Mayo “fue condenada por dos bulas papales: una de ellas trata a los que hoy consideramos héroes como langostas devastadoras –lo dice textualmente– y, la otra, a los nuevos gobiernos como salidos de las más inmundas entinas de las sectas más heréticas. Las dos bulas papales dicen textualmente eso. Nosotros nacimos al independizarnos de la Santa Alianza; es decir, nuestro origen, independencia y emancipación tienen que ver con el hecho de habernos independizado de Fernando VII y de la Santa Sede”.

“Con esto quiero decir que la tradición no es un impedimento para legislar en sentido contrario. Simplemente, es una apelación a la autoridad; es decir, una falacia”, aseguró.













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martes, 10 de julio de 2012

Subastada en Londres una carta en la que Einstein calificó la religión como 'infantil'‏


Una carta en la que Albert Einstein calificaba las religiones como "supersticiones infantiles" y definía la Biblia como "una colección de primitivas leyendas" se ha subastado en la casa Bloomsbury de Londres por 206.000 libras (unos 260.000 euros).
La misiva, fechada el 3 de enero de 1954 (un año antes de su muerte) y prácticamente desconocida hasta esta semana (había pertenecido a una colección privada durante más de 50 años), arroja algo de luz sobre una de las grandes polémicas que, desde finales de los años 20, han rodeado la figura del Nobel: sus ideas religiosas.
«La palabra Dios no es para mí más que la expresión y el producto de la debilidad humana, la Biblia una colección de honorables, pero aun así primitivas leyendas que son, no obstante, bastante infantiles. Ninguna interpretación, no importa cuán sutil sea, puede (para mí) cambiar esto», escribe Einstein, en respuesta al filósofo Eric Gutkind, que le había enviado su obra 'Escoger la vida: la llamada bíblica a la rebelión'.
En cuanto al Judaísmo y el pueblo elegido, continuaba: «Como todas las otras religiones es una encarnación de las supersticiones más infantiles. Y el pueblo judío al que yo gustosamente pertenezco y con cuya mentalidad guardo una gran afinidad no tiene para mí una calidad diferente a otros pueblos. Hasta donde alcanza mi experiencia, no son mejores que otros grupos humanos».
Con esto, podría concluirse que el dios de la ciencia del siglo XX renegaba del dios de los hombres. Pero del físico que puso en pie la teoría de la relatividad no se pueden esperar respuestas sencillas, y menos en un tema como éste.
A primera vista, la carta que ayer subastaba Bloomsbury –junto a otros documentos que, a su lado, pasaron desapercibidos, como cartas de Darwin y Mata Hari- podría poner fin al debate, pero lo más probable es que lo avive. Entre otras cosas, porque los creyentes y no creyentes llevan los últimos 80 años disputando sobre la religiosidad del Nobel... blandiendo todos ellos documentos como éste, nacidos de su puño y letra.
De hecho, aunque esta carta parece dejar claro que Einstein despreciaba la religión convencional, al físico le irritaba que le identificaran con el ateísmo militante, y en algunas ocasiones aludió a la existencia de un Creador, como cuando escribió una de sus frases más célebres, en una carta dirigida al físico Max Born en 1926: "Tú crees en el Dios que juega a los dados, y yo en la ley y el orden absolutos en un mundo que objetivamente existe".

El credo de Einstein radicaba, según le explicó en 1929 al rabino Herbert S. Goldstein, «en el Dios de Spinoza, que se revela a sí mismo en la justa armonía del mundo, no en un dios que se preocupa por el destino y las obras de la humanidad».

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lunes, 9 de julio de 2012

Olet KALDER


El presente sitio no pretende cambiar una realidad forjada durante milenios en las mentes de las personas. No es intención del autor que sus lectores compartan enteramente las ideas aquí plasmadas. El objetivo es contribuir a despertar del retorcido engaño con que las religiones cristianas subyugan a sus crédulos fieles. No es mala idea oponerse a la fe, en busca de la verdadera sabiduría; aquella que somete todo al juicio y a la razón, antes de aceptarlo o procederlo. Si te ofende, lector, lo que vas a hallar aquí, entonces tu mente es cerrada y vives feliz en el engaño y la falsedad con que te han formado; si tu mente tiene inculcado el vicio de la religión, quizá no te guste, o no quieras aceptar lo que leas... Pero juzga por tí mismo si lo que aquí se expone no es acaso lógico o racional.

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Los fanáticos se sienten rebosantes de certezas, de entusiasmo, de dogmatismo: toman su fe por un saber. Por ella, están dispuestos a matar o a morir. No dudan. No titubean.


Conocen la Verdad y el Bien. No tienen necesidad de ciencias ni de democracia. Todo está escrito en el Libro. Basta con creer y obedecer. Entre Darwin y el Génesis, entre los derechos humanos y la Charia, entre los derechos de los pueblos y la Torah, eligieron su campo, de una vez por todas. Están del lado de Dios.

¿Cómo habrían de confundirse? ¿Por qué habrían de creer en otra cosa?
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lunes, 2 de julio de 2012

EL PICO DEL PINZON…


EL PICO DEL PINZON…

Algunos cuadros del ateísmo presienten el auge de un nuevo Iluminismo a partir del desarrollo de ideas en blogs, páginas web , videos ,  que se muestran en sus inquietudes naturales  de quienes preocupados por la intromisión litúrgica y en respuesta a sus contenidos de esta profusión de sectas, que se presentan como ofertas  interpretativas  proponen –formas- , tomando la iniciativa con aportes propios, individuales con pretensiones de ser tomados como ejemplos  con evidencias racionales que aún no alcanzan  .
Entonces , como la interpretación de  los hechos naturales, del colectivo religioso y su patética cosmovisión  resultan inalcanzables para mi entendimiento , cuando  sigo sin encontrar un remoto punto de partida  para elevar la discusión , es que, adicionaré mi impronta para desarrollar con un hecho presente el sólido razonamiento factual, del naturalista Charles Darwin .
 El Origen de las Especies inclinó decididamente  el equilibrio de la opinión culta hacia el evolucionismo y aún cuando 50 años antes  Jean Baptiste Lamarck había presentado el teoría de la adaptación progresiva en su Philosophie Zoologique
¿Cómo explicaría Lamarck por qué las jirafas tienen el cuello y las patas tan largos?
Una población de antílopes de cuello y patas de longitud normal, acuciada por la falta de forraje por culpa de la sequía, intentó cambiar su dieta por hojas de acacia, que abundaban en las copas de los árboles. Los esfuerzos de estos animales se dirigieron a alargar sus cuellos y sus patas para poder alcanzar las hojas verdes de las acacias. A medida que pasaba el tiempo las hojas accesibles se agotaban y solo quedaban las que estaban a mayor altura. Los cuellos y las patas pudieron crecer algún centímetro en esos animales por el principio de aparición de adaptaciones. Como sus descendientes en la siguiente generación ya nacían con el cuello y las patas un poco más largos, según el principio de herencia de los caracteres adquiridos, estarían mejor adaptados y podrían seguir esforzándose en estirar sus miembros. A medida que pasaba el tiempo y se sucedían las generaciones, estos animales se iban pareciendo más a las jirafas actuales.
 y luego Herbert Spencer su Principles of Psychology . Las teorías de Lamarck sobre la evolución influyeron profundamente en la obra de Spencer. Para Spencer nada, incluidas las tendencias humanitarias, debe interferir con las "leyes naturales", que implican que el "más apto" es quien sobrevive y los demás perecen. Sin embargo, y a pesar del nombre de sus ideas, Spencer no aceptaba la teoría de Darwin, proponiendo una versión del lamarquismo, de acuerdo a la cual los «órganos» se desarrollan por su uso (o degeneran dado la falta de uso) y esos cambios se transmiten de una generación a otra. Para Spencer, la sociedad es también un organismo, evolucionando hacia formas más complejas de acuerdo a la «ley de la vida», es decir, de acuerdo al principio de la sobrevivencia del más fuerte, tanto a nivel individual como de sociedades.

El propósito del Origen de las Especies no era introducir el concepto de evolución, sino desbancar el concepto de inteligencia sobrenatural, la idea de que el universo es el resultado de una idea.
La creencia de que las especies evolucionan no es compatible con una creencia en la creación divina , o con una creencia en la existencia de un plan inteligente .
Deseaba establecer algo que sus más leales discípulos eran renuentes a admitir, a saber , que las especies –incluidos los seres humanos –eran creadas y evolucionaban en procesos que son por entero naturales , generados al azar y ciegos.
Haciendo generalizaciones  debíó orientarse en las características que las cosas tienen en común  y su idea fundamental como biólogo era que entre los grupos de organismos de reproducción sexual , las variaciones son mucho mas importantes que las semejanzas—además determinó junto a Alfred Wallace  que las características individuales que son mas favorables al éxito reproductivo son `elegidas´, al ser pasadas de una generación a la siguiente …En períodos de sequía, cuando es difícil hallar semillas , los pinzones que tienen picos largos y estrechos, buenos para hurgar, se ven favorecidos  respecto a los pinzones con picos anchos y robustos-de su prole serán mas los que sobrevivan y se reproduzcan.  
Darwin pensaba que las variaciones no surgen porque los organismos las necesitan –que es en esencia lo que había sostenido Lamarck-, sino que se presentan por azar , y ese azar determina su utilidad para la adaptación. Por lo tanto , la –selección -de características favorables no es ni planeada ni progresiva. Ninguna inteligencia,  divina  o de otro origen  determina de antemano el valor relativo de las variaciones individuales  y no existe ningún tipo ideal de-pinzón-o esencia de –pinzón- , hacia los cuales conduzcan los cambios de la adaptación.
Tanto Wallace como Darwin comprendieron  que, si todos los miembro de reproducción sexual estuvieran igualmente bien adaptados , la población del grupo rápidamente sería mayor que los recursos disponibles para sustentarla.
Como algunos miembros deben morir, los individuos cuyas leves diferencias les dan una ventaja de adaptación tienen mayores probabilidades de sobrevivir. 
http://www.somosbacteriasyvirus.com
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miércoles, 30 de mayo de 2012

Albert Einstein

"La palabra dios para mi no es nada mas que la expresión y producto de la debilidad humana, la bilbia una colección de honorables pero primitivas leyendas, que son sin embargo bastante infantiles" - Albert Einstein
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domingo, 27 de mayo de 2012

IGLESIA CATOLICA



Disgusto por ciertas leyes y fallos sobre símbolos religiosos
     La Iglesia Católica intenta resistir el embate de leyes y fallos judiciales para prohibir la exhibición de símbolos religiosos en espacios públicos o, al menos, restringir las prácticas de esa índole en escuelas estatales.
     La ofensiva legal encendió luces de alarma entre los obispos: dijeron advertir, en esas maniobras, una suerte de "censura de la fe" o "persecución solapada" de quienes dicen poseer argumentos fundados para probar que las imágenes religiosas pueden ser una "amenaza" para la libertad.
     También despertó las críticas hacia una dirigencia política que parece querer fomentar el laicismo como "pensamiento único", entendiéndolo como la ideología que propugna la libertad no condicionada por religión alguna.
     La jueza Carmen Argibay, que integra la Corte Suprema de Justicia, supo llevar más leña al fuego al promover el retiro de los crucifijos de las salas de audiencias.
     "Soy una funcionaria de un Estado laico y recibo gente que puede tener todas las religiones o ninguna. Eso es libertad de culto. Tener un símbolo religioso condiciona", aseguró.
     El titular de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, salió al cruce de una iniciativa similar en Santa Fe: "No se puede borrar la historia religiosa o cultural de un pueblo desde una aparente actitud de progresismo cultural."
     Ahora, la controversia se generó en Salta. Un fallo del juez Marcelo Domínguez confirma la prohibición de rezar en escuelas del Estado y dispone el cese de las políticas que obligan a los alumnos a participar de prácticas propias del catolicismo en instituciones públicas.
     La situación no es menos tirante en el territorio bonaerense. El gobernador Daniel Scioli se declara creyente y hasta apeló a su fe en eslóganes de campaña para obtener la reelección.
     Desde diciembre pasado, rige un decreto firmado por él mismo que prohíbe colocar símbolos religiosos en los establecimientos públicos y hasta eliminar la bendición obligatoria de banderas y colegios por inaugurar, salvo que se trate de un acto ecuménico y lo decida la comunidad educativa.
     El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, y otros prelados ya pusieron el grito en el cielo. El rechazo más contundente llegó desde Mar del Plata cuando el obispo Antonio Marino reprochó que se hable de un supuesto "derecho a no creer". "Por defender el derecho a las minorías, no puede atacarse las convicciones de las mayorías", estampó.
     Con la lógica de que los símbolos religiosos constituyen una amenaza para la libertad, debería cambiarse la cuarta parte de los nombres de las provincias e innumerables denominaciones de ciudades y calles.
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martes, 22 de mayo de 2012

Savater: «La educación es la única vía posible para salir de la crisis actual


El filósofo que trató en su ponencia el tema de la laicidad en la educación española, esgrimió argumentos como que «el laicismo no es una opción más dentro de la democracía, es un pilar indispensable de la democracia y éste no es contrario a la religión, es precisamente el que permite la libertad religiosa». Savater matizó que en el pasado la sociedad se vertebraba sobre el esqueleto religioso, «pero en los estados democráticos ésta ha cambiado y ahora las sociedades no están vinculadas a unas creencias concretas».
Ciencia y Constitución Siguiendo estos argumentos, el donostiarra reclamó más horas para la asignatura de Educación para la Ciudadanía, «pese a las intenciones del actual Ministro Wert de relegarla a la nada», y la supresión de la religión de la escuela pública. «En ella los conocimientos deben girar en torno a los argumentos científicos y los valores constitucionales, lo que es intolerable es que la educación pública esté condicionada por una impregnación religiosa obligatoria, los valores son competencia de todos, no sólo de los padres, porque los jóvenes viven en sociedades».
El escritor definió el laicismo como «el camino que elige cada uno, sin vulnerar las leyes sociales, para ir al cielo o al infierno», explicación que unió al tema central de su discurso añadiendo que «la educación no es sólo la transmisión de información, ésta va acompañado de una idea de formación de la personas, de la argumentación, clave característica del ser humano». Por ello, para Savater, la escuela no puede ampararse en la voluntad divina, «hay que llegar a acuerdos no dogmáticos porque la libertad de las personas está por encima de la teología».
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La estrategia re-evangelizadora del vaticano y su ofensiva en América latina



José Pedro Varela: reformador de la
enseñanza en Uruguay. Proponía la
educación obligatoria, gratuita y laica
para forjar ciudadanos de la República.

En su ofensiva ideológica de gran escala contra la
laicidad, México y Uruguay, son el banco de pruebas:
si logran vencer, es todo el sistema de ideas
humanistas, librepensadoras y laicas a nivel
continental, incluso mundial, que se verá resentido.
Decíamos que el Uruguay es uno de los países donde
los ideales laicos penetraron más profundamente en
el continente.
Tempranamente, hacia 1861, se nacionalizaron los
cementerios. En 1877 tuvo lugar la reforma escolar,
propuesta por José Pedro Varela, a través de la cual
se dio inició al proceso de secularización.
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lunes, 21 de mayo de 2012


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martes, 15 de mayo de 2012

RAZON



Algunos de nosotros ponemos nuestra esperanza en la ciencia en vez de la oración, la brujería, o de la medicina homeopática. Hemos optado por vivir sin religión, las supersticiones, los espíritus, o mitos, y para confiar en la razón y el conocimiento. Lo creas o no, vivimos una vida feliz y bien adaptados al servicio de la comunidad y de nuestros seres queridos. A veces tenemos que luchas, angustias, decepciones, y los juicios como cualquier otra persona, pero podemos resolver nuestros problemas sin la comodidad o la ayuda de los seres imaginarios como los ángeles, fantasmas, dioses, hadas, o incluso chupacabras. Encontramos la fuerza, la alegría y el significado en la vida misma, con la moral secular que culminó con una vida plena. Nuestro objetivo es enseñar a los latinos cómo pensar, no qué pensar!

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sábado, 12 de mayo de 2012


Como suelo hacer cuando me da por pensar que hay cosas que nunca cambian, busco refugio en las palabras de otros. Me ofrecen algún alivio las de José Luis Sampedro: «Desde la primera infancia nos enseñan, primero, a creer lo que nos dicen las autoridades, los padres, la mayoría, el cura... y, luego, a razonar sobre lo que hemos creído. No, no, no. La libertad de pensamiento es al revés: primero razonar y luego creeremos...»
            Seguramente, a esa mayoría le resultará ya imposible invertir el orden y pasar a razonar primero para creer después. Quizá es demasiado tarde para la libertad mental de muchos. Pero no lo es para los más jóvenes.
Por eso, para que las cosas en el mundo vayan a mejor, se me antoja tan importante que los dogmas religiosos dejen de ser inculcados en los cerebros de los niños como si fuesen certezas absolutas. Por eso defiendo con absoluta convicción la idea de que las creencias religiosas deberían estudiarse en los colegios desde una perspectiva antropológica y sociológica, pero nunca como verdades demostradas. Y si, una vez adulta, una persona, tras haber aprendido a razonar, desea creer en uno u otro dios, o en varios, las religiones siempre estarán ahí, para ofrecerle sus milagros y sus consuelos metafísicos.
          A veces, mi visión de un mundo en el que las creencias no vayan antes que las razones me parece utópica. Y en esos instantes se apodera de mí la idea de que perdemos el tiempo, ustedes y yo. La idea de que no sirve de nada leer y escribir insistentemente sobre tanto sinsentido.
de clemente garcia novella
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viernes, 4 de mayo de 2012

Si se suspendiera hoy la indoctrinación religiosa de niños hasta la mayoría de edad y dejaramos de inculcarles principios morales basados en tradiciones religiosas de la edad de bronce, o dejaramos de asustarlos con el infierno si se portan mal, y en cambio les enseñaramos idiomas, artes, ciencias, deportes y una individualizada aplicación del pensamiento crítico a los problemas cotidianos, en 50 años el mundo entero no solo sería irreconocible por la falta de violencia, sinó que sería mucho mejor para vivir y criar familias y ser feliz en los pocos años que nos regala la naturaleza.

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martes, 1 de mayo de 2012

Menos iglesias en Europa

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OLET KALDER


“Quiero hablar de Dios porque es un problema que afecta a toda la humanidad”
“Ateo es sólo una palabra. En el fondo, estoy empapado de valores cristianos, y es verdad que  algunos de estos valores coinciden con valores del humanismo. Los acepto. Ahora bien, todo lo que tiene que ver con la creencia en un Dios superior y eterno, que un día me condenará, me parece una chorrada.”
“El problema de la Iglesia es que necesita la muerte para vivir. Sin muerte no podría haber Iglesia porque no habría resurrección. Las religiones cristianas se alimentan de la muerte. La piedra angular sobre la que se asienta el edificio administrativo, teológico, ideológico y represor de la Iglesia se desmoronaría si la muerte dejara de existir”,
“La vida está triunfando todos los días sobre la muerte. Yo no sé cómo terminará la vida de la humanidad, pero el único consuelo que tenemos es que cuando se muera el último ser humano se acabará la muerte”,
“Para defenderme de los que me llamaron hereje, no tengo más que decir que la palabra ‘herejía’, etimológicamente, quiere decir ‘el que elige otra cosa’, y que todos deberíamos tener ese derecho. Aunque las religiones nunca fueron contemplativas con los que piensan distinto ni han servido nunca para acercar a los hombres los unos a los otros”,
“Cuando yo me muera llegará aquí la noticia: ‘Ha muerto Saramago’, y alguno de ustedes dirá:
‘Ah, ese señor, que ha estado aquí, pobrecito’. Pero no pasa nada, yo he hecho unas cuantas cosas que quedaron en mis libros. Lo que cuenta es que vamos a continuar.”
Saramago

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